martes, 14 de julio de 2009

Un dia en mi dia.


" Se despertó tal como lo hacía cada mañana, al lado de las personas que más amaba, y se levanto para hacer lo que la monotonía de la vida le tenia obligado a hacer. Lentamente recogió sus cosas y se marcho, cada paso que daba, significaba un nuevo pensamiento en su cabeza, un nueva reflexión.
Durante la mañana solo se preocupo de hacer correctamente lo que ya venia haciendo desde hace años, desde esa primera vez , cuando su madre la dejo en aquel lugar para ir cultivando su mente.
No era una persona ni de muchos ni de pocos amigos, solos los necesarios y confiables, sin embargo, disfrutaba más de la soledad que de la compañía, pues eso le permitía hundirse más en sus pensamientos que la llevaban a ese mundo que solo le pertenecía a ella, en donde estaban secuestrados sus más oscuros y blancos deseos.
Tras hacer todo lo que la mañana le deparo, se marcho a realizar sus otras actividades; salio a tomar el micro bus que la llevaría hacia su destino, y se sentó tal como lo hacia siempre, en el último puesto en la ventana del lado que le permitiese ver el mar al momento de bajar hacia la costa; era uno de los momentos que más le fascinaban durante el día, pues ese instante, en donde la imagen del mar, junto a los edificios y cerros se centraba en sus ojos color pardo con unos pequeños punto, quedaba grabado durante el resto del día, cosa que le permitía aislarse en ese paraíso de tranquilidad y relajo en el que gustosamente se perdía.
Al llegar a su destino, al igual que en la mañana, solo se dedico a hacer lo que más sabia hacer, sin ningún tipo de distracción hizo cuanto le pidieron hasta que la hora acabo y se tuvo que marchar, y al igual que en la tarde, tomo el micro bus, se sentó en el ultimo puesto en la ventana del lado que le permitiese ver esa imagen que tenia grabada desde la ultima vez que la había visto, pero ahora, la visión era distinta, ya que el mar no estaba bañado por la luz de esa hermosa estrella llamado sol, si no por esa redonda cara, que para ella parecía una mujer triste, fuente de inspiración de muchos poemas de amor. La vista era preciosa, pues la luz de la luna, tocaba cada punto de la bahía con una sutileza preciosa y digna de ser vista, nuevamente esta imagen se reflejo en sus ojos, quedando grabada en su cabeza, y la guardo consigo hasta llegar a su hogar, en donde la esperaban esas personas que eran las dueñas de todo el amor que ella podía sentir por alguien.
Hizo lo que debía hacer, y nuevamente, tal como ocurría cada noche de cada día, y muchas veces durante el día, cerro sus ojos, con la ultima imagen del día de las personas a las que amaba, y se perdió en ese mundo, en el que solo ella podía entrar, porque era la única que tenia la llave exacta para poder abrir esa cerradura inviolable......"

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